sábado, 4 de octubre de 2014

Viaje III



Caminaste hasta donde yo estaba
un tanto triste, en medio de soledad imaginaria,
caminaste para dirigir pocas palabras
que ahora acompañan mi discurso.

El camino era muy corto, pero estaba
recubierto por breña que había impedido
el mirarse fijamente a los ojos,
y descubrirse una historia
oculta por lo innecesario y los afanes.


Ahora cerca, caminando cerca,
te noto un tanto triste, 
en medio del desencanto y algunas luces;
sin saber aún como dirigir mis palabras.

Sabes que lo espeso de la obscuridad
me provoca cierta ansiedad,
y que las densas sombras,
resultan como retratos 
de lo que fue una vez en mi memoria.

Pero has caminado tanto, tan cerca…
que has llenado de esperanza mi corazón,
y más allá de las tintas negras que manchan
con abandono, desertar de lo constante…
Te digo: Te quiero, con lo más lúcido de mi ser,
y eso, solo eso, es suficiente para desear,
seguir avanzando juntos.

No hay comentarios: