martes, 19 de febrero de 2013

Pensamientos conquistados por pequeñas luciérnagas




Hasta la última gota de mi cuerpo llora en silencio, en luto;
el no tener símil para arrojar al abismo
el sentir árido al perder las ganas de mirar bondad


Las máscaras, las risas ¿En cuál de ellas habré de confiar?
si se quiebran al simple contacto de piel y caen
como pedazos inservibles ante mis pies, sintiéndome así
envuelta por la miseria de los corazones que las poseen.

Mi alma encoje sus brazos y busca su posición original,
mientras absorbe esas lágrimas al "Darse cuenta de"...

No, no puedo jugar de ser fuerte,
ni lucir con orgullo y espaviento la armadura de indiferencia,
sería como negar la propia existencia
y luego en cadenas lanzarse al fondo del mar.

He probado el amargo licor que llena de ebriedad la realidad,
la cordura y el peso de esta consciencia que consume,
dificulta respirar; lentamente se reduce hasta que muere en el olvido.

Pero cuando la última gota ha sido derramada,
esparcida en los campos de la soledad,
siento el calor de un día soleado y como pequeñas luciérnagas
se despierta parpadeando mi fuerza de voluntad
que ha nacido en lo más puro y profundo de las buenas intenciones.


sábado, 16 de febrero de 2013

El descanso

De mi alma se desprende una mirada al cielo
aspirando a los sueños que nacieron
en la esencia del Creador.

Una sonrisa fresca que deja de contentarse
con lo que apenas tiene a su alcance.

Sin conformarse con las pocas flores del actual jardín,
se va de compras a lo incierto,
para sembrar unas nuevas, mas frescas, más bellas,
y volver a intentarlo porque ha decidido caer
en descanso como aquella ligera pluma
de su paisaje preferido.

Redescubrimiento




Tan solo quería que todo fuese como fue en algún momento de la indeleble historia, pero cuando me dí cuenta que primero era yo quien tenía que verme y llamar mi propia atención, la vida recobró el sentido y logré redescurbrir sentimientos escondidos, olvidados, menospreciados…
Simplemente entendí que el sentimiento de soledad es una decisión así como la libertad y la verdadera felicidad.
Ahora tan solo quiero mirarme todos los días como solo yo se mirarme, sentirme como solo yo lo puedo hacer conmigo misma y explorar cada rincón de mi mundo interno sin prisas o lamentos.