lunes, 9 de enero de 2012

Viaje I




Volaste hasta mi ventana
Esperando ver adentro mis sombras
Pero solo viste muebles añejos
Y un lugar que se vacía gota a gota.

Las paredes teñidas de un negro adormecido
Cubrían mis eufemismos vistiéndolos de gala.
Pero no te importa, y besas mis ojos vespertinos
Moribundos y sin sentido,
Con ansias de revivirlos
Cubriéndolos de tu gracia.

Pero no soportas verme así;
A veces sin saberlo, tiemblo en la mirada,
Y solo vez dibujos que imitan la luz
En un crudo muro
De bloques,
Sin fisuras
Que pretenden ser
Algo más que simples lágrimas.

Sabes que la imaginación se muere conmigo
Y no hay más mundos ni caminos,
Más que suplicar por la caridad del destino
Para olvidar esta negrura
Que en el alma y en la vida siempre nos arrastran.

Pero no debes de alejarte de mí,
Porque aún ciego,
Aunque me llamen prisionero de mí,
Lo cándido
Ahuyenta el silencio
Aunque el ahogo
Quede solo escrito en palabras.


(Escrito por un amigo)