viernes, 12 de octubre de 2012

Tiempo de letanía bajo el efecto de una canción


Suena una canción en el reproductor de la computadora portátil y siente deseos de escribir. Pero se siente vacía, no tiene inspiración ni siquiera para un verso o una rima. Está resguardando sus emociones mientras piensa en el ensayo, parte de un rubro de evaluación para un curso de su amada carrera. Para este momento, ha sonado 2 veces esa canción. Acaba de saborear nuevamente el sabor de la ironía de  meses e incluso un año atrás, pero ha dicho a sí misma no aferrarse al pasado, ante esto, se encuentra paralizada, se siente estancada. Simplemente se levanta sin encontrar conexión alguna y busca algo en su bolso. Recuerda que andaba allí del día anterior algunas monedas, un vuelto de alguna compra sin importancia.
Luego mira y recuerda la naranja que le habían dado en la soda a la hora del almuerzo. La saca y encuentra hormigas en ella,  vuelve a ver dentro del bolso; está sucio y con exceso de uso.
Se levanta y agarra la naranja deja el bolso a un lado y la lleva la naranja a la cocina, en eso, recuerda que su papá le había dejado café puesto unas horas antes de irse a dormir.
Son las 11:45pm, tiempo silencioso y ambos padres duermen.
Saca del refrigerador la leche y del mueble la azúcar y la crema para alistarlo al gusto, lo prueba y tiene el sabor que ama de un buen café con leche, luego se acerca a la despensa y escoge un paquete de galletas, sus preferidas. Agarra ambas cosas con una mano el café, y con otra las galletas, camina de regreso a su cuarto y se sienta en su silla frente al escritorio, coloca el café de un lado y las galletas de otro y continúa utilizando su computadora portátil, justo como lo había estado haciendo horas atrás. Para ese momento eran las 12: 12am, y la canción había sonado hasta el momento 5 veces.
Sigue escribiendo, y sigue asegurando no sentir nada luego del impacto, luego de lo que llamó como ironía: La incertidumbre absurda fue liberada.
Mientras escucha estos acordes que se mezclan con el gélido ambiente de medianoche no encuentra nada más que decir y por haber acabado la canción por sexta vez deja esto inconcluso y continúa ese ensayo que tanto valor porcentual posee para el curso.

La decision


Prometo que por esta, y solo esta vez me quedaré en silencio,
hablarán los muros y paredes pero de mi boca no saldrá palabra,
gritarán las voces de las gentes con sus risas y dilemas,
pero yo serena seguiré tolerando sin expresar oralmente lo pensado.

Pero si actuaré, saltaré, moveré mi ser
como si deseara ser rescatada, observada,
como si anhelara ser vista por el viento
y soplara en mí la danza que sueño.

Saldré corriendo a toda velocidad
de la puerta con recuerdos escondidos
para llegar a mi destino
que a simple vista no es del todo seguro.

Prometo por esta, y solo esta vez que no usaré verbos,
pero si gestos que hablarán mejor que aquellos
ultrajados y violados vocablos, que sin culpa
echan a perder buenas oportunidades.