martes, 8 de enero de 2019

Viaje XV: LA PROMESA



Cuando era pequeña y pensaba en el amor, soñaba mucho, en alguien tomando mi mano y mirándome tiernamente, a quien yo pudiera escribirle muchos poemas. Lo intenté, pero cada uno fue como una ráfaga de luz que solo me llevaría a sentir que algún día de iba a encontrarte, y lo logré.

Primero vestido como mi líder de música en la iglesia y y luego como mi amigo, quien aceptó mi llamada a una tarde de café, la cual sin pensarlo  la hermosa excusa que nos llevaría hasta aquí.

Claro, No ha sido fácil llegar hasta acá, no todo fue como esperaba o planeaba, pero hemos llegado juntos, aprendiendo juntos, creciendo juntos, y nada ni nadie va a cambiar eso, porque es único y es nuestro; nuestra historia.

Te decidí amar, aún siendo solo amigos, te amo hoy y te amaré siempre, diga lo que diga, haga lo que haga, sufra lo que sufra, sea como sea, te amaré por siempre, con ese amor que no nace fácilmente pero decide dónde dirigirse y nunca muere.

Prometo respetarte y recordarte la maravillosa persona que eres, todas las cosas que me gustan de ti. Recordarte cuanto admiro tus fortalezas y la capacidad que tienes para lograr tus objetivos. Prometo ayudarte a crecer en todo aquello que has de mejorar con paciencia y amor. Prometo cuidarte y esforzarme por corregir mis errores, saber entenderte y darme a entender, y esmerarme cada día en en convertirme la versión mejorada de mi misma; un ser completo que desea, si Dios nos presta vida, envejecer contigo.

Eres la esencia que una vez anhelé ver materializada, y que hoy tengo a mi lado, como el más hermoso regalo.

martes, 7 de marzo de 2017

Viaje XIV




Somnolienta y taciturna, la brisa, sin darse cuenta, rozó con sus dedos el corazón del almendro y lo contagió de su particular humor,causado por su recién estado de agotamiento.

Al notar su error, se creyó desapercibida pues el sutil contacto podría pasar desapercibido. Así que se escondió donde no pudiese ser vista. Pero lo cierto fue, que el almendro impregnado por ese débil y apagado sentir, derramó lágrimas hasta romper en llanto.

Entonces la brisa, consciente de su falta por ese momento de flaqueza, escuchó el lamento de aquel árbol, y notándole triste también lloró, alejándose lo más que podía.

Indescifrable hecho, sin razón lógica de ser, mas, ¿Quién podría culparlos?, ni a la briza por su desliz, ni al almendro por ser vulnerable.

Lo cierto es, que el sol al ver esto, llamó a la lluvia, y juntos formaron un arcoiris en el cielo.
Entonces inició la transformación: la brisa con sus ojos húmedos por el rocío de la lluvia y su propio dolor, miró al cielo, y mágicamente sonrió.


Ella, aún cansada pero llena de esperanza, apresuró su paso hasta llegar más cerca del almendro, que quizás y con suerte, podría revertir el humor del ahora triste árbol.


Lo curioso fue, justo en ese momento, un hombre se acercó al almendro, y desesperado le rogó pudiese reflejar el amor de su Creador.

Lo curioso fue, justo en ese momento, la briza rozó nuevamente con sus dedos al almendro y este como si despertada de su dolor, limpió sus ojos y vió al cielo, que con igual esplendor del arcoiris, se vistió de hermosas flores.

lunes, 25 de julio de 2016

Viaje XIII



Le vi mirando con ojos perdidos
con su sueño innato por cambiar al mundo
y hacer a unos cuantos felices con su humor.
Le vi y noté sin dudar, que no podía ser remplazada

Tan mujer, tan sutil,
con golpes en su pecho
deseando despertar su alma
de la realidad que sentía aún sin conocerla.

Ansiosa, inquietante y a la vez prudente,
sabía que sus pensares eran fugaces,
llenos de un conocer sin vivir,
hasta que supo no tenía opción de entender
porque escribía lo que sus emociones mandaban.

Le vi notando lo evidente,
pero a la vez omitiendo lo importante,
sin revisarse aunque había pasado años
contando sus historias entre voces y letras.


Tan mujer, con ambivalente descripción de ella,
llena de dichos impuestos y creencias adquiridas,
llena de juicios , vestigios de razón y cordura saludable.

Ahora callada, ecuánime y a la vez impulsiva,
se sabe aceptar y entender.
Llena de proyecciones y virtudes presentes,
Que la hacen simplemente ser; ser ella misma.

lunes, 20 de junio de 2016

Viaje XII



Acerca tu oído a mi alma,
siente el calor de sus palabras,
lentamente van susurrando
besos que despiertan
las más olvidadas ilusiones.


Cierra tus ojos y percibe
el aroma de mi esencia,
que ha adoptado por
suya, lo etéro de tu
existencia.


Toma mis manos,
para que dancen de
formas involuntarias
y sientan la piel que
les corresponde
por ese amor
que han jurado tenerse.


Vive conmigo
la epifanía de un romance
sin barreras, sin temor
al fracaso y al engaño,
vive conmigo el deseo
de vivirse desmesuradamente,
sabiendo que al final de esa cándida
sensación, una sonrisa tímida
será la respuesta de haber
elegido correctamente.