martes, 4 de diciembre de 2012

Interiorizando...te



Te sentí tan cerca, tan despacio,
mi corazón se desvanecía en medio del misterio,
poco a poco fui mirando tu rostro 
y perdiéndome en el deseo de vivirte por siempre

Era solo un saludo, pero calaste hasta mis huesos,
un erotismo que danzaba como el fuego
 de aquellos hombres que miraron por primera vez la verdad.


Una aventura, en la que me vi inserta,
y luego sin más remedio tuve que terminar,
sentir, palpar; eran tus manos que para mi perfectas
siguen siendo perfectas, pues me recuerdan
cada vez cuando las traigo a mi memoria, 
que tengo oportunidad de ser feliz.



No hay comentarios: