Viaje VI





Aplacando la rigidez,
acortando las distancias,
se acercó a su ventana;
estructura añeja y descuidada
que no tenía deseos de
intentarlo una vez más.

Acercándose lentamente,
movido por la
ternura e inocencia,
rompió el silencio
y el adiós de otros,
llenos de indiferencia
y falta de amor.

Tan sólo impuso su mirada,
y retó a ese corazón sellado,
caminar hacia una nueva esperanza,
aún sin nadie notar
esas verdes hojas cubiertas por
 suspiros en secreto, que habían marcado
todo el ambiente.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Viaje XV: LA PROMESA

Voluntad

Viaje IV