Pensamientos conquistados por pequeñas luciérnagas

Hasta la última gota de mi cuerpo llora en silencio, en luto; el no tener símil para arrojar al abismo el sentir árido al perder las ganas de mirar bondad Las máscaras, las risas ¿En cuál de ellas habré de confiar? si se quiebran al simple contacto de piel y caen como pedazos inservibles ante mis pies, sintiéndome así envuelta por la miseria de los corazones que las poseen. Mi alma encoje sus brazos y busca su posición original, mientras absorbe esas lágrimas al "Darse cuenta de"... No, no puedo jugar de ser fuerte, ni lucir con orgullo y espaviento la armadura de indiferencia, sería como negar la propia existencia y luego en cadenas lanzarse al fondo del mar. He probado el amargo licor que llena de ebriedad la realidad, la cordura y el peso de esta consciencia que consume, dificulta respirar; lentamente se reduce hasta que muere en el olvido. Pero cuando la última gota ha sido derramada, esparcida en los campos de la soledad, siento el calor de un día soleado y como p...